Andrés Guacurarí. Pensamiento y obra Destacado

  04 11 2016

Jordy Correa (Estudiante)

2do Historia

CERP del Litoral

 

Se nos ha encomendado escribir sobre algún aspecto de este curso que ha finalizado, alguna temática que deseemos retomar o profundizar más de los que se pueda haber trabajado en el tiempo de clase. En mi caso, me propuse abordar la vida y pensamiento de Andrés Guacurarí (Andresito), movido principalmente por la idea de que en América existieron proyectos políticos propios, que si bien podrían tener influencia proveniente del viejo mundo (en definitiva, qué proyecto no tiene influencia de algún predecesor), son producto de la discusión y elaboración de pobladores autóctonos del continente. Además, es destacable el contacto tan cercano que tuvo con el protector de los pueblos libres, José Artigas.

Se estima que Andresito nació el 30 de noviembre de 1778, y otros historiadores creen que su nacimiento en realidad data de 1780. Algunos afirman que fue en San Borja, en el actual Estado de Rio Grande do Sul en Brasil; y por otro lado hay quienes señalan que fue en Santo Tomé, actual provincia de Corrientes. Hoy existen diferencias sustanciales entre una zona y otra, pero en el siglo XVIII formaban parte de una misma región de las Misiones.

Mantuvo una relación muy cercana con Artigas, al punto de ser conocido por algunos como Andrés Artigas, o Artiguihas. Éste lo bautizó como su hijo adoptivo (o ahijado) en 1811, y en 1815 lo nombró Comandante general de Misiones, un cargo que para ese entonces era considerado como el de gobernador. Tenía como principal misión cuidar ese territorio, apetecido por los lusitanos residentes en Brasil.

La provincia de Misiones abarcaba un total de 30 pueblos y comprendía un vasto territorio, el cual se encuentra dividido hoy en los estados de Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay. Este territorio estuvo a cargo de la Compañía de Jesús, hasta que fueron expulsados en 1767, quedando a cargo del poder civil y militar colonial. Se generó así un quiebre importante en las condiciones de vida de quienes allí habitaban, presentándose un aspecto desolador y de miseria, caracterizado por el hambre, el deterioro de edificacionesy la falta de recursos. Además, los perfiles étnicos puros irán desapareciendo, dando lugar a un creciente mestizaje.

Así, el terreno de las Misiones se irá configurando con algunos rasgos culturales propio: 

“El idioma guaraní, una cultura particular heredada de la administración jesuítica, la conciencia de un espacio territorial propio, la identificación de un enemigo histórico común: los portugueses, la autonomía de los pueblos expresada en la institución del Cabildo, el autoabastecimiento económico, la conciencia de una dignidad y un modo de ser que se iba degradando.” 

Andresito fue el primer y único gobernador indio en la historia de las provincias. Supo llevar a cabo un liderazgo justo, humano y revolucionario, teniendo presente y aplicando los ideales artiguistas. Abolió la servidumbre en todas sus formas, un aspecto que parece ser común denominador en los pueblos indígenas. Repartió tierras entre quienes las habían perdido en manos de la conquista, el saqueo y la estafa. 

Durante su gobierno al frente de Misiones se eliminaron todos los emblemas, escudos y símbolos que perduraban de la colonización. Recuperó los pueblos misioneros que se encontraban sobre el Río Paraná. Reavivó los cabildos de pueblos originarios, que tenían como labor la administración del territorio. Por otro lado, se fomentó la producción y comercialización de yerba mate, la fabricación de la pólvora, con una fábrica en Concepción, e incluso se instalaron hornos para fabricar puntas de lanzas.  Toda su labor fue interrumpida por la invasión de los portugueses.

Andresito, al igual que muchos indígenas, encontraron en el planteo político de Artigas la misma naturaleza que las ideas presentes en los pueblos misioneros desde hacía décadas. Ideas como la de libertad, autonomía, igualdad de derechos y justicia. Ideas por la que ya habían peleado en la Colonia del Sacramento o durante la Guerra Guaranítica, por ejemplo.

El proyecto de Andrés Guacurarí trascendía las reivindicaciones de su raza, y tenía un profundo sentido americanista y de integración frente al resto de las provincias. Se trata de una lucha que venía de décadas por parte de los pobladores de las Misiones, pero ahora enmarcada además en las ideas artiguistas. Esta visión queda clara cuando Andresito se dirige al comandante paraguayo Isasi, quien estaba a cargo de la guarnición de Candelaria:

“El derecho es el ídolo y objeto de los hombres libres, por quien se ven empapados en su propia sangre, me ha obligado, solicitando ellos nuestra protección, a molestar a Usted el que se venga con nosotros, o, de lo contrario, deje ese departamento al goce de sus derechos, repasando Ud. el Paraná con toda su guarnición,... Esto lo hago, como americano y hermano que somos, para evitar todo derramamiento de sangre entre nosotros... Al otro lado del Paraná es la frontera de la provincia republicana, desde donde debemos conservar una verdadera armonía y quietud entre las provincias hermanas.” 

Campañas militares

Entre los años 1811 y 1819 todo el pueblo de las Misiones se levantó en armas para defender el proyecto artiguista. Encontrándose los misioneros situados entre dos frentes, por un lado el centralismo porteño y por otro el portugués, las posibilidades eran bastante limitadas.

En el año 1816 se desencadena la Invasión luso-brasileña, como se ha llamado al conflicto bélico desarrollado entre ese año y 1820 en los territorios de la Banda Oriental, la Mesopotamia argentina y el sur de Brasil (más allá de que excedió el territorio del Río de la Plata). Por un lado se encontraban los defensores del proyecto artiguista, es decir la Liga Federal, conformada por la Banda Oriental, Santa Fe, Misiones, Corrientes, Entre Ríos y Córdoba. Por el otro, lucharon las fuerzas del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve, al mando de Carlos Federico Lecor. Las fuerzas portuguesas no perseguían únicamente el fin de anexar territorios, sino también de ponerle fin a un modelo social y económico que preocupaba a la oligarquía brasileña. 

Encontramos antecedente en el año 1811, con la primera invasión portuguesa mientras se conformaba la Junta de Buenos Aires, a nombre de Fernando VII y la adhesión de los pueblos de la Banda Oriental. Nuevamente los portugueses invadirán las tierras orientales al Río Uruguay precisamente en el año 1816, con un ejército de 15.000 hombres. Además, los portugueses identificaron como áreas de relevancia Las Misiones Occidentales, Salto, Paysandú y los puertos del Río de la Plata.

En enero de 1816, tras percibir los peligrosos movimientos de las fuerzas portuguesas, Artigas escribe a Andrés Guacurarí, donde comunica que es preciso adoptar una actitud tanto ofensiva en algunos frentes, como defensiva en otros. Estas acciones del Comandante Guacurarí resultaron fundamentales para mantener la resistencia y fue clave su participación dirigiendo las campañas militares del Río Uruguay (una primera en 1816, y nuevamente en 1819) y la Campaña de Corrientes (1818-1819). Sin embargo, los portugueses para el año 1818 habían saqueado todos los pueblos que se encontraban en Concepción y en Yapeyú.

Tras el segundo intento de Andresito de recuperar los siete pueblos orientales, el cual había terminado con derrota, se dispuso a cruzar hacia el lado occidental del Río Uruguay. Pero al intentar cruzar fue interceptado por una patrulla portuguesa y capturado como prisionero. Los últimos datos sobre su vida nos dicen que lo llevaron caminando hasta las cárceles de Porto Alegre. Luego le esperaría un verdadero calvario, debiendo trabajar en obras públicas y siendo a posteriori nuevamente encarcelado. 

Vemos en la labor y el pensamiento de Andresito un concepto de Nación basado en la identidad propia, pero sabiéndose al mismo tiempo parte de un todo que es América. También refleja a la libertad como capacidad de expresión, pero además de capacidad de decisión y elección de su destino. Es preciso recordar y tener presente a luchadores como Guacurarí, saber que hubo pensadores con un proyecto político muy compuesto de americanismo y de rasgos culturales propios de la población indígena. Después de todo, la América prehispánica,  no era un papel en blanco.

BIBLIOGRAFÍA: 

•PIGNA, Felipe. Andrés Guacurarí nuestro indio gobernador. (www.elhistoriador.com.ar) 

•SNIHUR, Esteban Angel. Nación y americanismo en el pensamiento de Andrés Guacurarí Artigas, en Revista Contratiempo (2002).

•MONTENEGRO, Alfredo. Andresito Artigas, la historia escondida. (www.actualidadesquina.com)  2015.

•VIDAL, Pedro, Segunda invasión portuguesa. 1816. Estrategia artiguista, Montevideo, 2011.

•NICOLIELLO, Mónica. COSTA, Andrea. Ideas y hazañas indohispanas en el Río de la Plata. 1. Contraofensiva misionera artiguista de la invasión portuguesa de 1816. Montevideo, 2016.

 

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